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jueves, 14 de abril de 2016

EL JUEZ "amores secretos que renacen"

De la mano de Surtsey Films llega a España la nueva película del director de "La Cocinera del Presidente", un drama romántico que obtuvo la Copa Volpi al Mejor Actor (Fabrice Luchini) y el premio al mejor actor en el pasado Festival de Venecia. Además, consiguió dos nominaciones a los premios Cèsar, mejor actor y actriz secundaria que finalmente se llevó a casa la danesa Sidse Babett Knudsen.

Durante la realización de un juicio por el homicidio de un bebé tendrá lugar el encuentro casual entre el áspero y severo juez Michel Racine (Fabrice Luchini) y una mujer que forma parte del jurado (Sidse Babbet Knudsen). Hace años que Michel estuvo enamorado de ella en secreto, cuando ella era la médico que le cuidó tras un accidente.

Después del éxito, tanto en Francia como a nivel internacional, de "La Cocinera del Presidente" Christian Vincent cambia el género de la comedia de ésta, a pesar de poseer mayor profundidad de lo que a priori podría parecer, para adentrarse en un drama judicial con toques románticos. Descartada la comedia, quizás alguien haya pecado de calificarla como tal, su director nos muestra una más que perfecta y realista aproximación de la justicia en el país galo. Aun sin ser un documental, su mirada tan próxima y la naturalidad de todo su elenco consiguen adentrarnos en el submundo de los juicios en el país galo, pudiendo entender cómo funciona dicha maquinaria y los hilos que se van moviendo en el acto de juzgar a una persona, aquí un supuesto padre que ha matado a su bebé de pocos meses.

Sin embargo, más allá de la turbidez del asunto que rodea el juicio en sí, no estamos ante un desangelada historia que deje al espectador con el ánimo por los suelos. La sutileza de un guión sensible, que es capaz de introducir una hermosa historia de amor sin que suene impostada conseguirá levantar a más de uno una tierna sonrisa. Porque "El Juez" es ante todo una atípica historia de amor entre dos personas que nunca se atrevieron a decirse nada, y sin embargo en el más extraño de los contextos tendrán un segundo acercamiento, cosas de la vida.





Entre sayas, testigos y jurados se teje un reencuentro amoroso, en el que el guión va dosificando la información, los encuentros y las miradas poco a poco. Aquí nunca explota la pasión, todo son miradas furtivas, deseos escondidos, encuentros más que cordiales para meter al espectador en una historia que ocurrió y ocurrirá más allá de lo que se ve en la película. Porque ahí radica uno de los aspectos más interesante de esta película, la manera en que todo se intuyo, se sugiere y lo poco que se muestra sobre un reencuentro entre dos personas que están necesitando encontrarse desde hace mucho tiempo.

Christian Vincent demuestra una más que asombrosa soltura en la dirección tanto a nivel técnico como de dirección de actores. Para que esta película funcione consigue poner una mirada en el mundo judicial mostrando una pulcra objetividad, muestra pero no juzga, dado que la película no busca el objetivo ni de criticar el sistema judicial francés, tan solo ser un más que curioso escenario de amor entre dos personas interpretados por los magníficos Fabrice Luchini y la magnética Sidne Babett Knudsen. Que Luchini es uno de los cinco mejores actores vivos del cine francés es innegable, que pasará a la historia como uno de los mejores tampoco habrá quién lo discuta, pero que aquí quién consigue hipnotizarnos y destacar es su compañera de reparto Sidse Babett Knudsen, más que merecido Cèsar como la mejor actriz de reparto.

+ El sutil juego entre sus protagonistas.
- Algunas conversaciones entre el jurado resultan excesivamente alargadas.

PUNTUACIÓN TOTAL:  *  *  * y 1/2



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