Favoritos Twitter

domingo, 28 de agosto de 2016

SECUESTRO "en un mundo de adultos"

Se ha estrenado en la cartelera estival un thriller psicológico protagonizado por Blanca Portillo, José Coronado, Macarena Gómez y José María Pou, que lideran la segunda película de la directora y productora Mar Targarona.

Víctor (Marc Dòmenech) es un niño sordo que es encontrado vagando por la carretera tras haber sido secuestrado ese mismo día. Su madre (Blanca Portillo), una abogada de renombre hará todo lo posible por encontrar y capturar a quienes le han hecho daño a su hijo. Sin embargo, las cosas nunca son como parecen.

Muchos años han pasado, diez concretamente, desde que Mar Targarona debutara en el cine con "Muere, mi Vida", por el camino se ha convertido en una de las productoras más importantes y relevantes del cine español como pueden ser desde la inquietante "El Habitante Incierto", pasando por el debut de J.A.Bayona "El Orfanato" o éxitos como  "El Cuerpo", "Los Ojos de Julia" y "XP3D". Buen ojo es lo que se podría calificar que es lo que tiene esta productora, sobre todo cuando algún misterio o asesinato se cruza entre las páginas de un guión. Por lo tanto, era cuestión de tiempo que uno de estos acabara siendo el elegido para convertirse en su segunda película, y qué decir cuando viene de Oriol Paulo, guionista de dos de los mayores éxitos del cine de género español (y sin género, por qué no decirlo también) como son las ya mencionadas "Los Ojos de Julia" y "El Cuerpo".

La historia tiene todos esos ingredientes que han demostrado encandilar a los espectadores, mujer madura y fuerte que sin necesidad de situarse tras el amparo de un hombre se enfrasca en la investigación de un misterio, un asesinato por aquí y por allá, niños de por medio (no siempre entran en la ecuación), personajes secundarios salidos de las peores cloacas de la sociedad y más de un asunto turbio de por medio.

Con todos elementos, no debería resultar difícil salir airoso y además cosechar otro éxito para el cine español. Sin embargo, ¿qué ha podido pasar para que podamos aplaudir la segunda película de Mar Targarona. Bien es cierto que la película tiene un planteamiento bastante interesante, niño que no consigue escapar de su secuestro y que sufre una amenaza constante de su secuestrador, elemento que comparte con su prima no tan lejana "Los Ojos de Julia", unos investigadores de la policía que no hacen más que meter las narices donde no les llaman al estilo de "El Cuerpo" y una madre que hará todo lo posible por proteger a su hijo, sea al precio que sea como en "El Orfanato". Pero, más allá de este intrigante planteamiento, no podemos cerciorarnos más que estamos ante un refrito de todas estas películas, que ya de por sí beben de otras más anteriores, sin aportar nada nuevo a un género bastante exigente para un espectador que se las sabe todas, quizás los telefilmes de sobre mesa de Antena 3 tengan parte de culpa.




Con una estética excesivamente cercana al telefilme, unos personajes bastantes vacíos y muchos carentes de interés, pero sobre todo, estamos ante una realización torpe y poco efectiva, que se apoya con mucha confianza en un guión con ya demasiados agujeros como para no plantearse algunos riesgos que nunca se atreve a tomar. "Secuestro" cuenta con un exceso de giros argumentales, aunque tramposos pero que se intuyen a mucha distancia, haciendo que a la media hora de metraje no interese al espectador lo más mínimo si uno es el culpable, si todo es verdad o mentira o simplemente lo que le ocurra a su protagonista, interpretada por una Blanca Portillo bastante irregular, que brilla en unas escenas, pero flaquea en muchas otras.

"Secuestro" es un thriller con un interesante planteamiento, que hace aguas a medida que se va a adentrando en una trama que intenta tocar algún que otro tema como la corrupción judicial y política, algo de lo que los americanos llevan ya décadas hablando, que no consigue elevar el vuelo ante la excesiva corrección de la que hace gala, habiendo precisado tomar ciertos riesgos que pusieran al espectador contra la espada y la pared, apretando las tuercas construyendo un thriller incómodo, como hicieran sus predecesores anteriormente mencionados.

+ El niño Marc Domènech, se come a todos sus compañeros.
- El poco interés que genera su misterio.

PUNTUACIÓN TOTAL:  *  *





0 comentarios :

Publicar un comentario