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martes, 10 de marzo de 2015

MAPS TO THE STARS "ardiente camino de perdición"

David Cronenberg estrena en España su última película de la mano de un espléndido reparto encabeza por una Julianne Moore que ganó la Palma de Oro en Cannes a la Mejor Actríz, Mia Wasikowska, Robert Pattison y John Cusack.

Una actriz en horas bajas, un reconocido terapeuta, un adolescente estrella del cine, un conductor de limusinas aspirante a actor. Todos viven en Hollywood y su superficial vida dará un giro cuando haga acto de presencia Agatha (Mia Wasikowska), una chica recién salida de un psiquiátrico que guarda más relación con todos de lo que desearían.

¿Qué puede haber más brillante y atractivo que la fama? ¿Qué hay detrás de toda la parafernalia? ¿Cómo rellenan las estrellas sus vidas cuando no son el centro de atención? 
Estas y otras preguntas se cuestiona David Cronenberg en su última película/perversión cinematográfica. Nos sitúa a un conjunto de personas que viven en una ciudad de Los Ángeles que no había sido filmada de una forma tan aterradora previamente. Y no precisamente porque muetre el lado oculto de la ciudad, miseria o pobreza, sino todo lo contrario, nos muestra una sociedad excesivamente rodeada de lujos superfluos y a una serie de personas que los disfrutan y que sin embargo no se dan cuentan de la vida tan infeliz que llevan debido a una mala concepción del sentido de la vida.

Es este sentido de la vida en el que Cronenberg quiere lanzar sus ácidos dardos, que atacan a la obsesión por la falsa y efímera fama, la belleza y la juventud, centros del universo alrededor de los que giran la mayoría de las personas que viven dicha pantomima. Pero, para desbarajustar esas pulcras y milimétricas vidas introduce un personaje perturbador, interpretado por la cada día más sorprendente si cabe Mia Wasikowska, que hará que sus vidas se rompan por completo.


"Maps to the Stars" resulta un macabro y si acaso divertido (?) juego que sitúa a Cronenberg en lo más alto, pudiendo no ser ni su mejor película ni por la que pasará a la historia, pero demuestra que es capaz de seguir atormentándonos una vez más. Con un pulso narrativo firme, no vacilante y que no da puntada sin hilo, consigue meternos en ese mapa que más bien parece un enrevesado laberinto en el que los diversos caminos acaban cruzándose y Cronenberg realiza una disección sobre la esquizofrenia. La esquizofrenia no solamente en el sentido de enfermedad mental, sino la esquizofrenia como estado de ilusión hiper-surrealista en el que sus personajes han decidido vivir y por lo tanto han acabado perdiendo el completo sentido de la normalidad y la cordura.

Para poder llevar a cabo todas sus teorías utiliza como guía de ruta la escritura de Bruce Wagner, alguien que ya ha indagado en la manzana (podrida) de Hollywood, de esta forma Cronenberg con su característico y pulcro estilo visual rueda un relato que en algunos momentos y sobre todo en los más sobrecogedores,nos recuerda en exceso a la magnífica "Mulholland Drive" de David Lynch, con incluso algún paralelismo en la partitura escrita por Howard Shore. A pesar, de todo esto y salvado alguna que otra distancia, no es algo que pudiera importar, dado que tanto la una como la otra no están contando nada nuevo sobre el mísero mundo de la fama y el dolor que conlleva. Lo que resulta peculiar y agradable es la mirada que le ha imprimido, su ironía, sus diálogos mordaces y un elenco totalmente entregado a la causa en el que una como siempre magnífica Julianne Moore es capaz de llevar un paso más allá a su personaje, exponiéndose de una forma tan peligrosa que desde aquí no podemos más que celebrarlo. 

+ Una dirección que combina la quietud con el nerviosismo.
- La escena del fuego, técnica y visualmente olvidable.

PUNTUACIÓN TOTAL:  ★ ★ ★ y 1/2



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